Desde jovencita empecé a cuidarme porque hacerlo me hacía sentir mejor, más segura de mí misma y ha sido mi modo de reforzar mi autoestima.
El año 2019 fue un momento de inflexión en mi vida; tras sufrir el Síndrome de Burnout durante algunos años (ya sabes, desgaste físico y emocional por estrés laboral) tuve que tomar una decisión: parar y cuidar de mi salud. Esto implicó dejar mi trabajo al que había dedicado 22 años de mi vida. No fue una decisión fácil, pero sabía que era lo que tenía que hacer en aquel momento, porque al final la salud lo es todo.
El destino puso en mi camino la oportunidad de formar parte de un equipo de mujeres dedicadas al mundo de la belleza y en 2020 fue mi momento de dar el salto al emprendimiento, así que durante tres años fui consultora de belleza en una firma de alta cosmética. De esta experiencia aprendí mucho de los problemas de piel de mis clientas y como ello les afectaba a su ánimo y autoestima.
Aayudar a las mujeres en el cuidado de su piel de una forma más global, uniendo la Dermocosmética y la Suplementación. Un lugar donde la piel es la protagonista y el cuidado es integral, desde el interior hacia el exterior.
Como me gusta mucho aprender he seguido formándome sobre la salud de la piel, y todo lo aprendido lo aplico en mí (porque me encanta cuidarme) y en mis pacientes.
Descubrí la importancia del cuidado de la piel cuando era adolescente y siempre me ha ayudado a sentirme más segura y con mayor autoestima
Mi visión es ayudar a las mujeres a conseguir su mejor versión mediante un cuidado personalizado de su piel, promoviendo su salud y bienestar y fortaleciendo su confianza y empoderamiento
Me llena de ilusión ver la transformación de mis clientas cuando se sienten seguras y confiadas. No hay nada como ver a una mujer mirarse al espejo y sentirse orgullosa de sí misma